Protección contra incendios en almacenes con estanterías metálicas
Los almacenes son elementos clave dentro de la cadena logística de una empresa, por lo que es fundamental garantizar su óptimo funcionamiento y minimizar los riesgos de interrupción del servicio. Uno de los principales desafíos en este sentido es la protección contra incendios, ya que los almacenes suelen tener una elevada carga de fuego debido a la presencia de materiales inflamables como plásticos, cartón y madera. Para hacer frente a este reto, es necesario implementar una estrategia integral que combine sistemas de prevención, detección y extinción de incendios.
Capacidad portante de las estructuras metálicas frente al fuego
La capacidad portante de los elementos constructivos de un almacén, como las estanterías metálicas, es un aspecto clave en la protección contra incendios. Esta capacidad se refiere a la habilidad de la estructura para soportar la exposición al fuego durante un período determinado sin perder su estabilidad estructural.
Existen programas de cálculo que permiten determinar el tiempo que una estructura metálica puede resistir al fuego antes de colapsar. Este tiempo depende de diversos factores, como la carga de fuego, el tipo de fuego, la estructura existente, el revestimiento de la estructura y las condiciones ambientales del lugar de instalación.
Para aumentar la capacidad portante de las estructuras metálicas frente al fuego, se pueden aplicar sistemas de protección pasiva, como el uso de materiales y técnicas diseñadas para prevenir la aparición del fuego e impedir o retrasar su propagación, y/o sistemas de protección activa, que incluyen equipos y sistemas para detectar incendios y evitar su propagación.
Protección pasiva de las estructuras metálicas
En el caso de las estanterías metálicas de un almacén, no se exige un requisito específico de capacidad portante frente al fuego. Esto se debe a que el acero utilizado en su construcción es clasificado como material no combustible (A1) según la norma europea EN 13501, y las pinturas más comunes empleadas en la fabricación de estanterías industriales, son combustibles pero no inflamables (Bs3d0).
Sin embargo, las pinturas intumescentes, que desarrollan una espuma densa bajo la acción del fuego para actuar como aislante, no son una opción viable para las estanterías metálicas con perfiles ligeros y perforados, ya que requerirían un espesor de aplicación muy elevado, su aplicación en obra sería complicada y el costo sería alto. Además, la norma EN 15629:2009 indica que la protección pasiva generalmente no es práctica para las estanterías.
Sistemas de protección activa contraincendios en almacenes
Dado que la protección pasiva no es una opción práctica para las estanterías metálicas, los sistemas de protección activa contraincendios cobran especial relevancia en los almacenes. Estos sistemas incluyen dispositivos de detección de incendios (llamas, humo o calor) y equipos automáticos o semiautomáticos para su extinción.
Sistemas manuales
Los sistemas manuales, como extintores portátiles, mangueras contraincendios e hidrantes, son elementos de primera intervención ante un incendio. Están recomendados para almacenes pequeños o con poco riesgo, y pueden ser complementarios a los equipos automáticos en almacenes de grandes dimensiones o con mayor carga de fuego.
Estos sistemas suelen ser útiles para atajar un pequeño conato de incendio o, en caso de un incendio ya propagado, como auxiliares a los demás equipos de intervención.
Sistemas de alarma y detección automática
La detección temprana de un incendio es fundamental para minimizar sus daños. Existen diversos dispositivos capaces de detectar el fuego a través de la presencia de humo, llamas o incremento de la temperatura.
Los detectores de humo, tanto ópticos como mediante aspiración, son los más utilizados en los almacenes. Cuando se produce un incendio, estos detectores activan una alarma en el panel central de control, que está permanentemente monitorizado.
Sistemas de extinción automática
El sistema de rociadores automáticos es el más empleado en los edificios de almacenaje. Consiste en una red de tuberías llenas de agua a presión y dotadas de boquillas de descarga (rociadores o sprinklers) distribuidas en el almacén, incluyendo el interior de las estanterías.
Los rociadores se activarán únicamente en las zonas afectadas por el fuego, cuando la temperatura supere un umbral determinado (generalmente entre 68 y 74 °C). Al activarse, el chorro de agua impacta contra un elemento deflector que ayuda a pulverizar el agua en gotas, limitando los posibles daños.
La distribución de los rociadores debe diseñarse teniendo en cuenta diversos factores, como la mercancía almacenada, las dimensiones de las cargas, los embalajes y el método de almacenamiento.
En el caso de los almacenes automáticos, los rociadores se instalan en el techo y en el interior de las estanterías (in-rack sprinklers), ya que la propagación vertical ascendente es la fase inicial más crítica del incendio.
Sistemas de evacuación de humos
Los sistemas de control de temperatura y evacuación de humos son tan importantes como los elementos de extinción automática. El humo y los gases tóxicos de un incendio se acumulan en la parte superior del edificio, lo que puede perjudicar significativamente la resistencia de la estructura.
La evacuación de humos puede efectuarse de forma natural, con la apertura de aireadores en la cubierta, o de forma combinada con la actuación de los rociadores automáticos, ayudando a mantener la temperatura de los gases por debajo de los niveles dañinos.
Otros sistemas de extinción
Existen soluciones de protección y extinción de fuego personalizadas para almacenes con características especiales, como aquellos que almacenan productos líquidos combustibles o inflamables (sistemas de extinción mediante espuma) o cámaras de congelación (sistemas de rociadores automáticos de tipo seco o de preacción, o sistemas de reducción de oxígeno).
Diseño y prevención: Claves para la seguridad del almacén
Proteger al personal y garantizar el correcto desarrollo de las operaciones del almacén deben ser las prioridades de toda empresa. Aunque los incendios no son fenómenos totalmente inevitables, el diseño y la prevención son vitales para reducir las consecuencias de los mismos.
Las medidas de protección pasiva y activa resultan imprescindibles para dotar a las instalaciones del nivel de seguridad adecuado, minimizar las pérdidas y asegurar la continuidad del negocio. Mediante una estrategia integral que combine estos enfoques, se puede lograr un almacén seguro y resiliente ante el riesgo de incendio.